No importa cuán loco te crean todos

lunes, 27 de mayo de 2013

Littles loves, Un percusionista

Me gusta de él su despreocupación insolente, su constante sonrisa pícara y sus aires libres de todo prejuicio, la sensación de que quizá desaparezca en cualquier momento dejándose liar por la brisa nocturna, su intento de parecer malvado o borde, huyendo del apego que dure mas de un par de noches, sus miedos en el fondo infantiles, la manera que tiene de frotarse las manos antes de decir algo trascendental, su forma de levantar la ceja derecha a modo de saludo, sus palabras raras, el gusto que tiene por pronunciar "señorita", como abre los ojos al máximo cuando escucha algo sorprendente y su posterior "nooooooooo" exagerada mente largo, como se encoje de hombros y sonríe cuando va a confesar alguna travesura, los momentos en los que da vueltas a una baqueta sobre el dedo corazón, su gusto por el cine, el póker y la lectura, su amor por la montaña y su odio fingido hacia las personas.
Pero sobre todo su sonrisa... su maldita y odiosa sonrisa...

Littles loves, Run boy, run.

Mi historia está llena de personas que pudieron pero nunca llegaron a ser nada en mi vida, personas a las que les mostré lo que podria pasar y que no se atrevieron a apostar.
Yo lo dejé claro, como de costumbre, él no me creyó, para no variar.
Ahora me mira desde el escenario, guitarra en mano, me dedica una canción y una sonrisa sarcastica mientras bailo con su amigo y le miro mientras suelto una carcajada, no puedo sino reirme.
¿Cual es el problema? En realidad no hay absolutamente ninguno.
Pero lo cierto es que me tiene miedo, y no es el único, son tantos los que me tienen miedo que empiezo a plantearme que quizá realmente tengan algo que temer.
¿Qué ven en mi que tanto asusta? Quizá cuando apartan el flequillo de mis ojos y se acercan demasiado ven algo que de lejos no se apreciaba, algo que no les gusta. ¿Responsabilidades? Supongo que no ser nada para alguien es mucho mas facil que significar algo.