Les contaré que el paraiso era una pequeña cala de menorca,
que la ciudad estaba hecha de arena al lado del rio tormes,
y que habia una juerga de tesoros inimaginables
bailando entre las vibraciones de la noche.
Que muchas pinturas hablaban de guerra pero nos hacian el amor.
Que dejábamos huellas en el aire y sonrisas en columpios,
que mezclábamos los sueños con sudor en cocteleras.
Les contaré que la música era nuestra bandera.
Les hablaré de todos los que pasaron por mi vida,
de los óleos fundidos y las guitarras pintadas.
Que viví siempre en la aburrida llanura,
pero mi hogar siempre fue el mar y las montañas.
De todas las palabras besadas y de todas las lunas que llenamos.
Les hablaré del humor y de las cosquillas,
de la inseparable duda que nos hacia sentir tan perdidos,
y de la alegria de sentirnos nosotros mismos.
Les contaré que yo tambien quise ser pirata
y que surqué tierras desconocidas en autobuses,
invadiendo noches, robando tiempo,
abordando vidas y saqueando sueños.
Y después, fatigados tras el naranja atardecer,
brindaremos con paisajes azules por la osadía,
colgaremos la vergüenza en el perchero
y seguiremos caminando por esta aventura que es la vida.
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