No importa cuán loco te crean todos
lunes, 23 de abril de 2012
Si tu supieses, pequeña
Sí, pequeña, estás en lo cierto, hay gente que cuando respira se lleva todo el oxígeno y luego te devuelve una mezcla de gases explosivos.
No, querida, tampoco te equivocas cuando dices que el mundo es un lugar peligroso y que cada paso que das es una batalla.
Pero ay, mi niña, si tú supieras que el bien existe y que es una fuerza. ¿Por qué no vienes con nosotros? Si estás contra ellos, si te han hecho daño, ¿por qué no te acercas y los dejás atrás? Es aquí en donde deberías de estar tú que condenas lo mismo que nosotros.
Yo, por ejemplo, soy tu amiga. Aunque tú no seas mi amiga. Aunque tú te rías de mí o me desprecies. Soy tu amiga. No te deseo ningún mal y estaré contigo si me necesitas.
Si tú supieras que tu inocencia es creer que ellos tienen la razón, si supieras que eres ingenua porque no sabes imaginarte algo diferente, porque te has sometido a la violencia que destrozó tus sonrisas, porque le ayudas a multiplicar sus hecatombes.
Si tú supieras que puedes soñar sin tropezar con las desilusiones.
Si tú supieras que puedes vivir además de existir.
Si tú supieras que no toda la gente es igual.
Si tú supieras que la violencia es la corona del débil.
Si tú supieras que tu agresividad es angustiosa.
Si tú supieras que tu enojo es una melancolía iracunda.
Si tú supieras que te estás cerrando las puertas.
Si tú supieras que te dices superior pero en realidad sabes que tu vida es un desfile de árboles marchando hacia el pasado.
Ay, yo creo que tú ya sabes todo esto y más, pero también te da miedo lo desconocido, aunque sea la llave que libere tu alma presa...
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